La tecnología aplicada se refiere a la utilización de conocimientos científicos y técnicos para resolver problemas prácticos y mejorar procesos en diversas áreas, como la industria, la medicina, la educación y el medio ambiente. Este enfoque implica la implementación de herramientas, técnicas y metodologías que optimizan la eficiencia, la productividad y la calidad de los productos y servicios. Ejemplos de tecnología aplicada incluyen el uso de software de análisis de datos para la toma de decisiones en empresas, la automatización de procesos industriales mediante robótica y la aplicación de tecnologías de comunicación en la educación a distancia. Al fusionar teoría y práctica, la tecnología aplicada juega un papel fundamental en la innovación y el progreso social, facilitando el desarrollo sostenible y el avance en diversas disciplinas.
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