La educación parvularia se centra en el desarrollo integral de niños y niñas desde el nacimiento hasta los seis años, periodo crucial en el que se sientan las bases para el aprendizaje y el desarrollo emocional, social y cognitivo. Los educadores parvularios utilizan metodologías lúdicas y diversas actividades que fomentan la exploración, la creatividad y la curiosidad natural de los pequeños, promoviendo habilidades como la comunicación, el trabajo en equipo y la autonomía.
Además, la educación parvularia aborda la importancia del vínculo afectivo, la inclusión y el respeto por la diversidad, creando entornos seguros y estimulantes donde los niños pueden crecer y prosperar. Al integrar conceptos de juego, arte, música y movimientos, los educadores trabajan en colaboración con las familias y las comunidades para asegurar que cada niño reciba una atención adecuada a sus necesidades individuales, preparando el camino para su futura educación y desarrollo personal.