Electricidad, electrónica y telecomunicaciones son disciplinas interconectadas que forman la base de las modernas tecnologías de comunicación y energía. La electricidad se refiere al flujo de electrones y sus aplicaciones en circuitos y sistemas energéticos, mientras que la electrónica abarca el diseño y la fabricación de dispositivos que controlan y utilizan dicho flujo, como transistores, diodos y circuitos integrados. Por su parte, las telecomunicaciones se centran en la transmisión de información a través de distancias, utilizando tecnologías como la telefonía, el internet y la comunicación inalámbrica. Juntas, estas áreas impulsan avances significativos en infraestructura, conectividad y en la vida diaria, facilitando desde la generación de energía hasta la comunicación rápida y efectiva entre individuos y dispositivos en todo el mundo.